Acabo de jugar uno de los mejores escenarios que recuerdo.

La partida ha sido larga, entre veinte y treinta horas, jugada a lo largo de más de una semana. He comprobado que PG es un sistema basado en la moral, que requiere una cuidadosa planificación de la maniobra. El objetivo es concentrar la mayor capacidad de fuego posible sobre un objetivo para debilitar al enemigo, rechazarlo o aniquilarlo y ocupar el terreno. Al mismo tiempo deben evitarse en lo posible los efectos del fuego enemigo.

La consecución de este propósito conlleva, en mi opinión, que las partidas sean lentas, que precisen un elevado número de turnos y que se agoten todas las posibilidades de la maniobra, lo que supone jugar sin la regla "Fog of War". Esto permite extraer todo el jugo de este sistema.

En la partida en cuestión se ha comprobado todo lo dicho. En principio estaba prevista a cuarenta turnos. La situación estuvo en todo momento muy equilibrada, aunque en determinadas ocasiones parecía decantarse a favor de uno y otro bando. Al final -turno 29- la victoria la obtuvo el bando soviético.