Por qué me gustan los escenarios de Jay Townsend |
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En este escenario una fuerza combinada japonesa, integrada por aproximadamente un batallón de infantería del ejército regular, apoyado por dos medias secciones de tanques Tipo 95 y Tipo 97, y un batallón de infantería de marina (SNLF), con el apoyo de dos secciones y media de tanques ligeros, atacan las posiciones de los marines junto a las playas. Los marines cuentan con un batallón reforzado de infantería y el apoyo de dos secciones de tanques anfibios LVT(A)1 y una sección de tanques M4 y otra de artillería autopropulsada M3/75. Los japoneses cuentan con una potente artillería fuera del mapa (2x10, 2x16). Los americanos cuentan con el apoyo esporádico de la artillería naval (1x70 cada cuatro turnos y 1x30 cada dos turnos). El objetivo de los japoneses es colocar al menos tres steps de sus unidades en hexes de playa al final de la partida. Los marines deben causar al menos 26 steps de bajas al enemigo. La batalla tiene lugar casi todo el tiempo de noche, con visibilidad de apenas dos hexes. Los nipones dividen sus fuerzas en dos grupos: el batallón del ejército regular al norte y el de infantería de marina al sur. Los tanques quedan en principio en retaguardia a la espera de que la infantería haya creado huecos y les permita avanzar. Los marines forman una línea defensiva paralela a las playas, con una reserva en la población próxima a la costa. Los imperiales atacan inmediatamente. Envían por delante algunas unidades de infantería con observadores de artillería para machacar las posiciones adelantadas enemigas. Los marines se apoyan en las pequeñas poblaciones para constituir puntos fuertes, pero la artillería japonesa los arrasa produciendo muchas bajas. La potencia de fuego de los marines, individualmente considerada, es muy superior a la de los japoneses, pero éstos adoptan la táctican de atacar con al menos dos secciones de infantería y un líder con modificador de combate (4 + 4 + 1 = 9) para asaltar a secciones de marines aisladas. Esto permite a los nipones asaltar en la columna 18 de la tabla, con efectos devastadores. Por su parte, los marines se apoyan en el devastador fuego naval y en contraataques para aniquilar al adversario. Conforme pasa el tiempo las bajas crecen meteóricamente en ambos bandos, pero los marines se van retirando hacia la playa y van dejando huecos, por los que los nipones penetran. Al final ambos bandos consiguen sus objetivos, con lo que la batalla acaba en empate. La partida ha sido emocionantísima. Este ha sido el séptimo escenario de Jay Townsend que he jugado y no ha habido ninguno que me haya defraudado. Los escenario de Jay son poco "especulativos". No ocurre como en otros modulos de PG, en que es preciso operar con mucha cautela para evitar cierto número -escaso- de bajas. Aquí la acción es brutal desde el minuto uno. Por ejemplo, en el turno 19 los japoneses habían sufrido un 42% de bajas... ¡y los marines un 50%! Y sin embargo el resultado era todavía dudoso. Cuando di por acabada la partida, en el turno 26, los japoneses tenían un 60% de bajas y los marines un 57%. La partida estaba prevista a 32 turnos, pero los marines ya habían conseguido sus objetivo y consideré que los japoneses habían consolidado varias posiciones en las playas y era muy difícil que los americanos hubieran podido desalojarlos en los seis turnos que faltaban. Si hubiera jugado esos seis turnos las bajas aún habrían sido mayores. Téngase en cuenta, además, que la batalla tuvo lugar de noche y con muy escasa visibilidad. En ningún momento decreció la tensión. Si el objetivo de los wargames es sobre todo divertir, los escenarios de Jay Townsend lo consiguen plenamente. Bravo, Jay. |
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