Fracasa el ataque de los B1-bis |
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En este escenario, una fuerza de aproximadamente dos batallones de infantería alemanes de segunda línea (moral 7/6) defienden la cabeza de puente de Abbeville ante el ataque en masa de blindados franceses, cuya punta de lanza la constituyen dos compañías de los gigantescos B1-bis, seguidos por otras dos compañías de tanques H39 y S35. Los alemanes reciben el apoyo de artillería fuera del mapa (3x16), de dos secciones de cañones AT de 37 mm, una sección de morteros y, sobre todo, dos baterías de los temibles 88mm de la Luftwaffe. Por su parte, los franceses cuentan con el refuerzo de artillería fuera del mapa (2x16 a partir del turno 5 y 4x16 los cuatro primeros turnos), de dos compañías de la infantería de elite ESC (moral 8/6), una compañía de infantería regular, una sección de dragones motorizados (DRG), una sección y media de coches blindados P178, una sección de morteros de 60mm y una sección de cañones AT de 25mm. Los franceses cuentan también con un significativo apoyo aéreo. El objetivo de los franceses es desalojar a los alemanes de sus posiciones al sur del río. El de los alemanes, naturalmente, no dejarse. En este escenario no se tienen en cuenta las bajas, por lo que ambos bandos pueden luchar hasta el último hombre. Los franceses toman decididamente la iniciativa, atacando las posiciones adelantadas de los alemanes. Sus tanques avanzan cuidadosamente, buscando las zonas opacas a la visión de los temibles 88mm. Paralelamente, la aviación francesa busca estos cañones como objetivo prioritario, destruyendo una de las baterías. El fuego concentrado de los tanques superpesados B1-bis consigue ir desalojando a los alemanes de sus posiciones, aunque debido a la escasa velocidad de estos vehículos el avance es lento. La infantería francesa de elite (ESC) consigue acercarse a la última batería francesa de 88mm y, con el apoyo de la artillería, destruirla. A partir de este momento los tanques franceses dominan absolutamente el campo de batalla y van desalojando sistemáticamente a la infantería alemana de sus posiciones en la cabeza de puente. Sin embargo, la noche se echa encima y los franceses son incapaces de expulsar completamente a los defensores. Una única sección alemana, desmoralizada, consigue mantenerse y dar la victoria a su bando por un estrechísimo margen. La batalla dura 30 turnos y la victoria se produce en la última tirada de dados del último turno. Debido al emocionantísimo final, califico este escenario con un "5". |
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