En este escenario una fuerza italiana compuesta inicialmente de algo menos de un batallón debe defender la cota 217 del ataque de dos batallones soviéticos. Los italianos deben defender también una pequeña colina situada al oeste de la cota 217.

Los soviéticos atacan en masa desde el noroeste. La pequeña colina está indefensa y es ocupada rápidamente por los soviéticos, que además aniquilan fácilmente a una compañía reducida italiana que huía de la avalancha soviética.

Se entabla una lucha violentísima por el control de la cota 217 y, en concreto, por dos posiciones atrincheradas que ocupan el centro de ésta. Los soviéticos van ganando terreno, pero en el turno 10 entra un batallón de refuerzo italiano por el sureste. Este batallón accede con mucha lentitud al centro del campo de batalla, lo que permite que entre tanto los soviéticos ocupen una posición atrincherada y asalten otra.

Hacia el turno 15 entra un nuevo batallón italiano de refuerzo, ahora por el oeste. Su objetivo es ocupar la pequeña colina, que es defendida por cinco secciones de infantería soviética que han tenido tiempo suficiente para cavar pozos de tirador.

Los italianos han tenido muchas bajas durante la primera mitad de la batalla. Ahora se permiten atacar desde este y oeste, pero la defensa soviética es correosa y apenas consiguen avanzar. Al final del turno 23 el comandante italiano se da por vencido.

Resultado: los italianos consiguen apenas 7 VP frente a los 39 de los soviéticos. No obstante, la batalla ha sido más reñida de lo que estas cifras dan a entender.

Victoria mayor soviética.

Magnífico escenario.