En este escenario se enfrentan un batallón de Camisas Negras, apoyado por una compañía de motocicletas y tres secciones de morteros del ejército regular italiano, a un batallón del Ejército Rojo, reforzado por dos secciones de morteros ligeros, una de morteros pesados y dos secciones de cañones AT de 45mm. Los italianos cuentan con el apoyo de cuatro baterías de artillería fuera del mapa (4 x 14) y los soviéticos con dos (2 x 10). Los italianos están encuadrados en la "Columna Garelli" y su objetivo es tomar unas posiciones soviéticas en la cabeza de puente de Pavlograd.

Los Camisas Negras tienen una moral elevada (8/6). La del resto de las fuerzas italianas es algo inferior (7/6). Los soviéticos tienen una moral de 7/5. Los soviéticos defienden dos poblaciones, una de seis hexes y la otra de cinco hexes. La victoria total de los italianos se consigue controlando completamente ambas poblaciones. Ganan una victoria parcial si controlan sólo una de las poblaciones. Los soviéticos consiguen una victoria completa si causan al menos 8 steps de bajas al enemigo y controlan al menos cinco hexes de ciudad. Consiguen una victoria parcial si eliminan 6 steps del enemigo. El combate dura 26 turnos y finaliza con luz mortecina (2 hexes de visibilidad).

La población occidental está protegida por dos atrincheramientos y un anillo de alambradas.

Los italianos entran por el borde oeste del mapa. Enseguida topan con las posiciones adelantadas soviéticas: dos puntos fuertes atrincherados. Los Camisas Negras los atacan decididamente, tras una barrera de fuego de artillería y de morteros. Los soviéticos se defienden con uñas y dientes y su fuego de oportunidad causa las primeras bajas a los latinos. Reblandecidas las posiciones soviéticas por el fuego enemigo, los italianos se lanzan al asalto y en unos cuantos turnos consiguen desalojar las trincheras rojas, cuyas guarniciones han resistido casi hasta el último hombre. Inmediatamente después las milicias fascistas asaltan la ciudad, produciéndose un combate casa por casa.

Paralelamente, la compañía motociclista italiana ataca las posiciones de los morteros soviéticos en un bosque contiguo. Tras un encarnizado combate los italianos aniquilan a los servidores de los morteros enemigos. (En esta partida se ha comprobado la utilidad de las unidades rápidas -motociclistas, caballería, carros blindados-, pero con escasa o media capacidad de fuego, para hostilizar e incluso aniquilar posiciones aisladas enemigas de artillería y morteros).

El combate callejero en la ciudad occiental sigue su curso: la mayor potencia de fuego y moral de los italianos se va imponiendo y sólo unos escasos reductos soviéticos resisten a ultranza. Una vez destruidas las unidades de mortero soviéticas, los motociclistas italianos se acercan a la ciudad oriental, defendida por el resto de fuerzas rojas. Rápidamente los atacantes italianos reciben el apoyo de su artillería y van castigando las defensas soviéticas, pero sin lanzarse aún al asalto dado lo exiguo de sus efectivos.

La resistencia soviética en la población occidental se colapsa y los Camisas Negras ocupan las últimas posiciones enemigas. A continuación las unidades fascistas se trasladan por carretera hacia la ciudad oriental, hostigada ya por los motociclistas, que han conseguido sin otro apoyo que el de la artillería ocupar uno de los hexes. Lamentablemente para los italianos el tiempo y la noche se les echa encima. Los motociclistas y los Camisas Negras lanzan ataques desesperados, pero los soviéticos resisten in extremis. En cierto momento parece que la resistencia roja va a desmoronarse, pero en última instancia resisten e impiden la conquista por el enemigo.

Al final el resultado es un empate, obteniendo ambos bandos una victoria menor tras una reñidísima batalla. Muy emocionante.