En este escenario un batallón de infantería italiana debe defender dos colinas ante el ataque de aproximadamente dos batallones de infantería soviéticos. Los italianos reciben el refuerzo de dos batallones adicionales a lo largo de la partida. Los italianos disponen de dos trincheras en una de las colinas. Ambos bandos tienen una moral parecida (7/5 los italianos y 7/6 los soviéticos). También ambos bandos disponen de las habituales unidades de apoyo (morteros, artillería ligera y una batería AT) y de artillería "off-board". Cada bando obtiene puntos de victoria (VP) por causar bajas al enemigo, por ocupar las trincheras y por ocupar hexes en los niveles 40 y 60 de la colina (en este último caso sólo para los soviéticos).

Desde el primer momento los soviéticos se lanzan decididamente al ataque de las posiciones enemigas. Los italianos se ven abrumados por el asalto de la marea humana soviética y pierden algunas posiciones. No obstante, conservan el control de las dos trincheras. A partir del turno 12 entra una batallón italiano de refuerzo, que intenta reconquistar las posiciones perdidas en las colinas. La batalla llega entonces a un punto muerto, en que ambos bandos, muy debilitados, carecen de verdadero poder ofensivo.

A partir del turno 19 entra como refuerzo un tercer batallón italiano. A la vista de ello los soviéticos deciden fortificarse en las posiciones conseguidas en las colinas y mantener una defensa a ultranza. Dada la premura de tiempo, los últimos refuerzos italianos entran y avanzan en camiones, lo que les convierte en blancos fáciles de los morteros y de la artillería soviética. No obstante, las unidades ilesas se apean de los camiones y asaltan las posiciones enemigas en la colina más próxima. El enérgico ataque italiano consigue eliminar algunas unidades enemigas, pero es incapaz de desalojar a todos los soviéticos de las posiciones que habían ocupado inicialmente.

Al final se produce una victoria menor soviética por estrecho margen (28 VP de los soviéticos frente 21 VP de los italianos).

Muy interesante y disputado escenario, en el que los italianos se han visto perjudicados por la tardía entrada de sus refuerzos.

En este escenario una fuerza italiana compuesta inicialmente de algo menos de un batallón debe defender la cota 217 del ataque de dos batallones soviéticos. Los italianos deben defender también una pequeña colina situada al oeste de la cota 217.

Los soviéticos atacan en masa desde el noroeste. La pequeña colina está indefensa y es ocupada rápidamente por los soviéticos, que además aniquilan fácilmente a una compañía reducida italiana que huía de la avalancha soviética.

Se entabla una lucha violentísima por el control de la cota 217 y, en concreto, por dos posiciones atrincheradas que ocupan el centro de ésta. Los soviéticos van ganando terreno, pero en el turno 10 entra un batallón de refuerzo italiano por el sureste. Este batallón accede con mucha lentitud al centro del campo de batalla, lo que permite que entre tanto los soviéticos ocupen una posición atrincherada y asalten otra.

Hacia el turno 15 entra un nuevo batallón italiano de refuerzo, ahora por el oeste. Su objetivo es ocupar la pequeña colina, que es defendida por cinco secciones de infantería soviética que han tenido tiempo suficiente para cavar pozos de tirador.

Los italianos han tenido muchas bajas durante la primera mitad de la batalla. Ahora se permiten atacar desde este y oeste, pero la defensa soviética es correosa y apenas consiguen avanzar. Al final del turno 23 el comandante italiano se da por vencido.

Resultado: los italianos consiguen apenas 7 VP frente a los 39 de los soviéticos. No obstante, la batalla ha sido más reñida de lo que estas cifras dan a entender.

Victoria mayor soviética.

Magnífico escenario.